Recomendaciones para tener un embarazo tranquilo y sin problemas
Ahora que estás esperando un bebé, es más importante que nunca que te cuides física y emocionalmente. La probabilidad de que tengas un embarazo tranquilo y sin problemas y un bebé sano aumentará si sigues estas sencillas recomendaciones:
Busca atención prenatal desde el principio
Es esencial que tú y tu bebé reciban una buena atención prenatal. En tu primera consulta prenatal te harán una serie de pruebas para asegurarse que todo vaya bien. Es importante asistir puntualmente a cada una de tus citas, anota todas tus dudas y preocupaciones para que aproveches al máximo cada consulta.
La elección de tu doctor es muy importante, alguien profesional, ético, con experiencia y alguien con quien te sientas cómoda.
Aliméntate sanamente
Aunque hayas oído a menudo que durante el embarazo debes “comer por dos”, lo cierto es que solamente necesitas 300 calorías adicionales por día. Debes consumir mucha proteína, fibra, frutas y verduras y tomar mucha agua. La variedad y calidad de los alimentos es importante. Elige siempre alimentos frescos y no abuses de la sal, azúcar y los conservadores.
Evita los huevos crudos y las carnes crudas, los quesos frescos sin pausterizar , los pescados y mariscos crudos, para no ingerir bacterias que podrían ser perjudiciales para tu bebé. Evita también ciertos tipos de pescado que suelen contener altos niveles de mercurio y otras sustancias contaminantes.
Toma suplementos vitamínicos prenatales
En la mayoría de las vitaminas prenatales encontrarás más folato (ácido fólico) y hierro que en los suplementos vitamínicos comunes.
Es muy importante que tomes la cantidad necesaria de folatos antes de concebir y durante los primeros meses del embarazo. El ácido fólico reduce significativamente el riesgo de que el bebé pueda desarrollar malformaciones congénitas del tubo neural, como la espina bífida.
Lo ideal es empezar a tomar 400 microgramos diarios de ácido fólico por lo menos un mes antes de quedar embarazada. Una vez que confirmes que estás embarazada tu doctor puede sugerir que tomes algún tipo de multivitamínico, siempre consulta con él todo lo que tomes.
También es importante que te asegures de tomar suficiente hierro. La cantidad que tu organismo necesita aumenta bastante durante el embarazo, sobre todo durante el segundo y el tercer trimestre.
Pero más cantidad no siempre es mejor, y ciertas sustancias pueden ser peligrosas si las ingieres en exceso. Es importante que evites consumir grandes dosis de cualquier vitamina, y no tomes ninguna clase de hierbas o suplementos adicionales sin la autorización de tu médico.
Haz ejercicio regularmente
El programa de ejercicio que elijas debe de ser aprobado por tu doctor y dependerá de varios factores, que tanto ejercicio hacías antes de embarazarte, el estado general de salud tuya y las condiciones de tu embarazo.
Un buen programa de ejercicios te ayudará a ganar la fuerza y resistencia que necesitas para soportar el aumento de peso del embarazo, prevenir o reducir los dolores corporales, mejorar la circulación sanguínea en las piernas, y ayudar a prepararte físicamente para el parto. También te ayudará a recuperar más rápidamente la forma una vez que nazca el bebé.
Además, la actividad física es un excelente antídoto contra el estrés, y algunos estudios indican que al hacer ejercicio aumentamos nuestros niveles de serotonina, una sustancia química producida en el cerebro que está vinculada a nuestro estado de ánimo.
Acuérdate, sin embargo, que no debes esforzarte demasiado ni llegar a sobrecalentarte o deshidratarte. También deberás evitar los baños demasiado calientes y las saunas durante el embarazo.
Relájate y Descansa
El cansancio que naturalmente sientes durante el primero y el último trimestre del embarazo es una señal de que tu cuerpo te está pidiendo que descanses. Escúchalo, y reposa todo lo que puedas. Si no puedes echarte una siesta en medio de la tarde, deja temporalmente a un lado algunas de tus responsabilidades y tómate un descansito. Aunque no duermas, al menos siéntate cómodamente un rato, eleva las piernas y lee un libro o una revista.
Las técnicas de relajación como los ejercicios de yoga, el estiramiento, la respiración profunda, y los masajes son excelentes para combatir el estrés y dormir mejor por la noche.
Inscríbete a un curso psicoprofiláctico
Un buen curso psicoprofiláctico te ayudará a quitar miedos y mitos. Te brindará información actualizada acerca de muchos temas relacionados con el embarazo, nacimiento, el recién nacido y sus cuidados. Además en un curso completo tendrás la oportunidad de hacer ejercicio adecuado para tu embarazo, logrando disminuir molestias y malas posturas.
Otro objetivo del curso es tener una red de apoyo con mujeres que están viviendo lo mismo que tú, la retroalimentación es invaluable y las amistades que formaras serán indispensables en este etapa de la maternidad.
Tu pareja se sentirá parte importante, te entenderá más al sensibilizarse mediante estos cursos, aprenderá cómo apoyarte y cómo actuar en diferentes situaciones que se puedan presentar.
El tener una preparación física y emocional les ayudará a disfrutar más esta nueva etapa que están viviendo, les dará confianza y seguridad para tomar decisiones informadas respecto al embarazo, nacimiento y atención de su bebé.
No tomes bebidas alcohólicas
Cualquier cantidad de alcohol que bebas durante el embarazo pasará a la corriente sanguínea, atravesará la placenta y llegará rápidamente al bebé, quien podría terminar con un nivel de alcohol en la sangre incluso más alto que el tuyo. Aunque la madre sólo tome un vaso de vino con las comidas cada día, su bebé puede tener un mayor riesgo de pesar poco al nacer, y aumentará la probabilidad de que en el futuro tenga problemas de aprendizaje, habla y lenguaje, atención, e hiperactividad.
Las mujeres que toman más de dos tragos al día corren un mayor riesgo de tener un bebé con el síndrome alcohólico fetal. Los niños que nacen con esta condición sufren de retraso mental y de crecimiento, problemas de comportamiento y malformaciones faciales y cardiacas.
El consumo de alcohol durante el embarazo también incrementa el riesgo de tener un aborto espontáneo o un bebé que nace sin vida. O sea que lo más seguro es evitarlo completamente y optar por bebidas sin alcohol. Si te está costando dejar de tomar, habla con tu doctor para que te ayude.
Aléjate de las drogas ilegales
Cualquier droga que la madre use también pasa a la corriente sanguínea del bebé. Algunos estudios indican que la marihuana puede restringir el crecimiento del bebé y causar síntomas de abstinencia (como temblores) en el recién nacido.
El uso de la cocaína durante el embarazo es muy peligroso. Esta droga restringe el flujo de la sangre al útero y puede provocar un aborto espontáneo, problemas de crecimiento, el desprendimiento de la placenta, o un parto prematuro. El bebé también podría nacer muerto, tener malformaciones congénitas, o problemas de comportamiento y de desarrollo.
Las demás drogas también pueden ser muy peligrosas. Si tienes un problema de adicción, busca ayuda inmediatamente.
Evita el humo de cigarro y no fumes
Si fumas durante el embarazo, aumentará el riesgo de que tengas un aborto espontáneo, de que el bebé tenga problemas de crecimiento, y también de que ocurra un desprendimiento de la placenta o un parto prematuro. Hay estudios que también han encontrado una relación entre el fumar y un aumento en el riesgo de tener un bebé con el labio leporino y el paladar hendido.
Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar o reducir la cantidad de cigarrillos que consumes. Cada cigarrillo que dejes de encender le dará a tu bebé una mejor oportunidad de nacer sano. Si no logras dejar de fumar, pide a tu médico que te indique un programa que pueda ayudarte. Cada cigarrillo que no enciendes le da a tu bebé una mejor posibilidad de nacer sano. Si no puedes dejar de fumar por ti misma, pide ayuda a tu médico.
Recuerda también que, aunque tú no fumes, si respiras el humo del cigarrillo de otros fumadores, también hay riesgos para el bebé; por eso, al igual que dejar de fumar, también es importante pedirle a tu pareja que abandone el cigarrillo o fume sólo afuera de la casa y evitar permanecer en lugares donde haya humo de fumadores.
Disminuye el consumo de cafeína
La organización March of Dimes aconseja a las mujeres que limiten su consumo de cafeína a menos de 200 mg por día de cafeína. Esta cantidad la puedes obtener de una taza de 8 onzas de café fuerte. Esta recomendación vino de un estudio en 2008 que mostraba que las mujeres que consumían esa cantidad duplicaban su riesgo de aborto.
Además, la cafeína no tiene ningún valor nutritivo y su consumo dificulta la absorción de hierro, que es un mineral del que típicamente andan escasas las mujeres embarazadas. Acuérdate, también, de que es una sustancia estimulante, lo cual podría interferir con tus horas de sueño, causarte dolores de cabeza y producirte acidez estomacal.
Trata de limitar el consumo de bebidas con cafeína, o sustitúyelas por café o té descafeinados. Recuerda, sin embargo, que el café descafeinado casi siempre tiene un poco de cafeína. Otras bebidas, como el chocolate y muchas sodas, también contienen cafeína.
Haz una cita con el dentista
No olvides tu higiene y salud bucal: cepíllate los dientes, usa hilo dental y visita periódicamente al dentista. Los cambios hormonales que ocurren naturalmente durante el embarazo pueden hacerte más susceptible a las enfermedades de las encías. Los aumentos en los niveles de progesterona y estrógeno hacen que las encías reaccionen de manera diferente a la placa bacteriana, lo cual puede producir una inflamación conocida como gingivitis, caracterizada por encíasinflamadas, sensibles y que sangran con facilidad.
Cada vez hay más evidencia de que parece haber una correlación entre la gingivitis avanzada, o periodontitis una infección bacteriana que afecta las encías y los huesos a los que están sujetos los dientes , el parto prematuro y los bebés de bajo peso al nacer.
Lo bueno es que el tratamiento adecuado puede reducir el riesgo de que se den estas complicaciones. O sea que no postergues la ida al dentista y haz una cita para una revisión y limpieza si no la has hecho en los últimos seis meses.
Cuida de tu salud emocional
Muchas mujeres se quejan de los cambios de humor constantes que sienten durante el embarazo. Estos altibajos emocionales son comunes durante la gestación, pero si tus cambios de humor son exagerados o llegan a interferir con tu vida diaria, podrías estar pasando por una depresión, lo cual no es raro durante el embarazo.
Si te sientes deprimida por más de dos semanas y no hay nada que te haga sentir mejor o si te sientes demasiado ansiosa , habla con tu doctor sobre lo que estás sintiendo para que te recomiende a un especialista. Es importante que tengas la confianza necesaria para poder hablar de éste y otros temas con tu doctor o partera.
Elimina los riesgos ambientales
Hay profesiones que son peligrosas para ti y para tu bebé. Si normalmente en tu trabajo estás en contacto con productos químicos, metales pesados (como el plomo o el mercurio), ciertos agentes biológicos, o radiación, tendrás que hacer urgentemente algunos cambios. Y hay otros trabajos en los que debes tomar algunas precauciones, por ejemplo si estás en contacto con niños chicos que podrían contagiarte alguna infección peligrosa para tu bebé.
Ten en cuenta que algunos productos de limpieza, insecticidas, disolventes, y hasta el plomo que pueda haber en el agua potable que circule por las tuberías viejas podrían ser peligrosos. Habla con tu médico o partera acerca de las actividades que realizas diariamente, para que juntos puedan idear formas de evitar o eliminar los peligros que existan en tu casa y en tu ambiente de trabajo.